Donde quiera que se introduzcan los patinetes eléctricos, sin importar el lugar del mundo, siempre existirá el peligro de que las personas los vean como algo más parecido a un juguete o a una actividad de ocio que a un transporte representativo.
Por tanto, una capacitación adecuada es fundamental para enfatizar que este tipo de vehículos son un modo de transporte que toma cada vez mayor notoriedad y, en el cual, las personas deben viajar con las medidas de seguridad pertinentes para proteger tanto su bienestar como el de otras personas.
En este sentido, Enrique Lorca quien preside la Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE), está a favor de que una formación específica e intensiva sea implementada para todos los usuarios a fin de educarlos para el uso de vehículos de movilidad personal (VMP), como patinetes eléctricos y bicicletas. Esta preocupación parte de que los usuarios de este tipo de vehículos no reciben formación alguna.
Una necesidad real por parte de diversos sectores
A esta opinión se unen también las observaciones hechas por la Sociedad Española de Medicina Intensiva Crítica y Unidades Coronarias quien advirtió hace un par de meses sobre un incremento significativo de ingresos por traumatismo craneoencefálico y otro tipo de lesiones del usuario de este tipo de vehículos de movilidad personal, en Unidad de Cuidados Intensivos, algo que genera bastante inquietud.
Sin embargo, como Raúl Viladrich i Castellanas, presidente de la Federación de Autoescuelas de Cataluña (FAC) sostiene: “actualmente existe una revolución con respecto a los vehículos de movilidad personal presentándose como un movimiento más activo, sostenible y respetuoso con el medio ambiente” lo que sin duda seguirá atrayendo a cada vez más usuarios.
No solo las autoescuelas lo requieren: las empresas también esperan una mayor formación
Las empresas que alquilan patinetes eléctricos insisten también en que una mayor formación de conductores podrá facilitar el viaje para sus clientes y abastecer sus negocios. Estas empresas, sobre todo las que han ingresado recientemente al mercado, compiten por conductores y contratos con ciudades en lo que ha sido un año financiero difícil como lo fue 2020-2021. La aceptación urbana generalizada se ha visto frenada a causa de los críticos que afirman que los patinetes eléctricos son peligrosos, especialmente cuando se conducen sin casco.
Sin embargo, los inversores han seguido respaldando a las empresas de patinetes eléctricos y más legisladores están permitiendo que los proveedores desplieguen sus patinetes eléctricos en ciudades de todo el mundo. Es por ello que las autoescuelas son la mejor vía para ayudar a moderar las preocupaciones de seguridad persistentes en las autoridades de la ciudad.
Los programas de capacitación permitirán que los usuarios se acostumbren a conducir, frenar y mantener el equilibrio en un scooter eléctrico con la guía de un instructor en un entorno sin tráfico, como un estacionamiento; algunos llevarán a nuevos pasajeros a las carreteras y carriles para bicicletas.
Las experiencias de formación digital también orientarán a los conductores de e-scooter a través de una serie de módulos que pueden incluir videos, texto e imágenes, además del dominio de temas como planificación de viajes, dónde manejar o estacionar legalmente y cómo verificar si un e-scooter es apto para circular.