En Autoescuela Lara te mantenemos al día de toda la información relevante en el ámbito de la conducción. En este sentido, las etiquetas de la DGT son uno de los temas que más preocupa a los conductores por la restricciones y limitaciones que conllevan. Por eso, te hemos preparado este post para contarte todo lo que debes saber al respecto.
Etiqueta B:
Es el primer escalón en la clasificación medioambiental de la DGT y la llevan los coches de gasolina matriculados a partir del año 2001 y los diésel desde el 2006. Estos vehículos cumplen con las normativas Euro 3 (gasolina) y Euro 4 y 5 (diésel), lo que significa que emiten más contaminantes que los etiquetados con C, pero siguen siendo aptos para circular en la mayoría de ciudades, aunque con restricciones en episodios de alta contaminación. Si tienes un coche con etiqueta B, es importante que planifiques tus trayectos en función de las normativas locales para evitar multas o limitaciones.
Etiqueta C: condición mínima
Es para coches de gasolina matriculados a partir de enero de 2006 y diésel desde 2014. Estos vehículos cumplen con las normativas Euro 4, 5 y 6 en gasolina, y Euro 6 en diésel, lo que los hace más eficientes y menos contaminantes que los que tienen la etiqueta B. Son aptos para circular en zonas urbanas con restricciones medioambientales, aunque podrían estar limitados en situaciones de alta contaminación. Si tu coche es nuevo y funciona únicamente con gasolina o diésel, lo más probable es que tenga la etiqueta C.
En resumen, si tu coche es gasolina o diésel y no tiene ninguna tecnología híbrida o de gas, entonces lleva la etiqueta C. Básicamente, todos los coches nuevos con motor de combustión están dentro de esta categoría.
Etiqueta Eco: Híbridos al poder
Para ganarse la etiqueta Eco, un coche necesita ser híbrido, ya sea convencional o de tipo Mild Hybrid. ¿Qué es un Mild Hybrid? Es un coche que, aunque funciona como uno de gasolina, tiene un sistema que apaga el motor de combustión en ciertas situaciones, como al llegar a un semáforo. Esto reduce el consumo hasta un 15% en ciudad. Ideal para ahorrar mientras sigues disfrutando de una conducción similar a la de siempre.
Etiqueta Cero: Híbridos enchufables
Aquí es donde la cosa se pone interesante. Los híbridos enchufables tienen un motor eléctrico y uno de combustión, y ofrecen lo mejor de ambos mundos. Eso sí, hay dos cosas clave que debes cumplir para sacarle partido:
- Tener dónde enchufarlo para cargarlo (en casa o en un punto público).
- Usarlo en modo eléctrico siempre que sea posible: si haces trayectos cortos por la ciudad, cargarlo cada noche te permitirá recorrer unos 60 km al día en modo eléctrico, lo que cubre las necesidades de la mayoría de las personas. Y cuando quieras salir de viaje, puedes usar el motor de gasolina sin preocuparte por quedarte tirado.
En este punto, queremos hacer un inciso importante, para explicarte porque los híbridos enchufables consumen tan poco y cuáles son sus funciones extra.
La clave de su bajo consumo está en la combinación de ambos motores. Aunque parezca magia, la potencia máxima anunciada, es el resultado de sumar la fuerza de ambos motores. Además, las baterías se recargan automáticamente en frenadas o deceleraciones. Así, el coche optimiza su eficiencia constantemente.
Las funciones extra de los híbridos enchufables son:
- Recuperación de energía: En ciudad o bajando un puerto, puedes ajustar el nivel de recuperación para cargar más la batería.
- Modo eléctrico programable: Reserva energía para usarla al llegar a zonas urbanas.
- Recarga en movimiento: Si sabes que necesitarás ir en eléctrico más tarde, puedes pedir al motor de gasolina que cargue la batería.
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