La estrategia de Seguridad Vial que presentó La Dirección General de Tráfico (DGT) hasta principios de la pandemia en 2020, estaba centrada en el cumplimiento de 13 objetivos. El último balance había sido hecho en 2019, sin embargo, se reveló que hasta el momento los objetivos se han cumplido «en un grado bajo», sin embargo, la DGT continúa sumando esfuerzos en esta materia.
Uno de los objetivos era reducir en un 10% los accidentes en conductores mayores de 64 años, algo muy necesario en un país donde el 98% de los conductores entre 65 y 70 años tienen permiso de conducir vigente.
Otros de los objetivos relacionados es dotar a los ancianos de zonas seguras para su movilidad, así como mejorar el conocimiento sobre la siniestralidad entre los ancianos y su movilidad como una forma de apoyar y proteger a las personas mayores.
¿Deberían conducir las personas mayores?
Conducir es más que una pasión o un pasatiempo: es un salvavidas. Los estudios demuestran que dejar de conducir aumenta el riesgo de mortalidad de una persona y hace que las personas mayores sean más propensas a terminar en residencias de la tercera edad y sufrir depresión. Por lo tanto, no sorprende que las personas mayores se resistan a dejar de conducir.
Y, aunque, cuando se le pregunta a un mayor, “¿cuándo cree que dejará de conducir?” La mayoría responde “a los 80 años” se debe tener en cuenta que, eventualmente, las limitaciones físicas o cognitivas (o ambas) harán que conducir de manera segura sea difícil o imposible para la mayoría.
El problema es que la mayoría de ellos no tienen otra forma de moverse. Casi tres cuartas partes de las personas mayores viven en áreas con pocas alternativas de transporte, si es que tienen alguna, lo que significa que sus opciones para permanecer móviles comienzan y terminan consigo mismos.
Las personas mayores causan menos accidentes que el resto
Todos los desafíos que conlleva el envejecimiento pueden llevar a muchos a suponer que las personas mayores representan una amenaza significativa detrás del volante, sin embargo, los datos prueban que esta suposición es fundamentalmente incorrecta.
Décadas de estadísticas demuestran que las tasas de accidentes por kilómetros recorridos son más altas para los conductores más jóvenes (de 16 a 19 años), aunque los siniestros comienzan a aumentar de manera constante una vez que los conductores superan los 70 años. No obstante, debido sus condiciones físicas, los mayores pueden sufrir muchas más lesiones durante un accidente de tráfico.
Las autoridades señalan además que es más probable que los conductores mayores usen cinturones de seguridad y respeten los límites de velocidad, así como es menos probable que conduzcan de noche o en estado de ebriedad, o que envíen mensajes de texto mientras conducen.
Actualmente la DGT se encuentra trabajando para mejorar las condiciones de conducción de los mayores, sobre todo porque el INE considera que en 2050 al menos un tercio de la población española habrá llegado a la tercera edad. Por tanto, es momento de instaurar una nueva cultura y diversas innovaciones relacionadas a la conducción en personas mayores.
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